Tú
Un día dijimos que la luna nos uniría en nuestra lejanía,
que al mirarla, tu alma me vería y yo te sentiría.
Hoy la miro y la veo fría,
no me devuelve ni una tibia mirada
sé que ya no me ama,
pero también sé
que era una hoja del destino,
de esas que vuelan y llegan
y luego con la brisa se vuelven a ir
y yo sigo aquí mirando aún
como es que vuela así,
mas de a poco me vuelvo
y comienzo a andar
y veo que miles vuelan ya,
ahora mi corazón limpio está
esperando encontrarte en esta lluvia sin igual;
si te veo te distingo;
confío que como te busco, tú lo harás.
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