Blogia
Bitácora compañera

Un día dijimos que la luna nos uniría en nuestra lejanía,

que al mirarla, tu alma me vería y yo te sentiría.

Hoy la miro y la veo fría,

no me devuelve ni una tibia mirada

sé que ya no me ama,

pero también sé

que era una hoja del destino,

de esas que vuelan y llegan

y luego con la brisa se vuelven a ir

y yo sigo aquí mirando aún

como es que vuela así,

mas de a poco me vuelvo

y comienzo a andar

y veo que miles vuelan ya,

ahora mi corazón limpio está

esperando encontrarte en esta lluvia sin igual;

si te veo te distingo;

confío que como te busco, tú lo harás.

0 comentarios